Batalla de Puente de Márquez 26 de abril de 1829
La Batalla de Puente de Márquez (en el límite de Villa Udaondo y Paso del Rey, provincia de Buenos Aires, 26 de abril de 1829) fue un combate de la guerra civil entre unitarios y federales en la Argentina, que resultó una victoria de las fuerzas del gobernador de la provincia de Santa Fe, Estanislao López, y del jefe federal Juan Manuel de Rosas6 sobre el general Juan Lavalle, que había usurpado el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Antecedentes
Tras la caída de la presidencia de Bernardino Rivadavia, el jefe del partido federal, Manuel Dorrego, fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires. Pero una alianza del partido unitario con los jefes del ejército que había hecho la guerra contra el Imperio del Brasil lo derrocó el 1 de diciembre de 1828. Días después, Dorrego era derrotado en la batalla de Navarro y fusilado por orden de Lavalle, por instigación de los líderes del partido unitario.
El jefe del ejército de campaña de Dorrego, Juan Manuel de Rosas, se retiró hacia la provincia de Santa Fe, desde donde el gobernador Estanislao López ya marchaba hacia Buenos Aires, a vengar el crimen y deponer a los unitarios. Lavalle se adelantó e invadió Santa Fe, pero López lo dejó sin caballos y lo obligó a retroceder. Varios caudillos menores del sur de la provincia de Buenos Aires obligaron a dividir las fuerzas unitarias, por lo que éste tuvo que retroceder hacia la capital de la provincia.
La batalla
Lavalle quería impedir el avance federal buscando un punto de fácil defensa, así que decidió atacar a su enemigo por sorpresa. Para eso debía cruzar el río de las Conchas (actual río Reconquista). No podía usar el Puente de Marquéz, donde estaba atrincherada la vanguardia federal, los Dragones de Santa Fe de Pascual Echagüe. Vadeo el curso fluvial y venciendo en la otra orilla algunos piquetes de gauchos enemigos. Los unitarios marchaban con la caballería en vanguardia y la infantería y artillería en retaguardia.
El general unitario dispuso en retaguardia al batallón No. 1 de Cazadores flanqueado por la artillería y al frente la caballería, de derecha a izquierda, los regimientos Cazadores, No. 16 y No. 1. Al frente tenía el ala izquierda de López, formada por contingentes de milicianos de Santa Fe, Entre Ríos, Luján y Arrecifes, de izquierda a derecha. El ala derecha la formaban las milicias de Buenos Aires a las órdenes de Rosas.
El 26 de abril a las 6 de la mañana comenzaron los ataques de ambos lados, con lo que lentamente los federales fueron dominando la acción. Poco antes de las 10 de la mañana, una ruidosa carga de los indios espantó a los caballos de repuesto del ejército de Lavalle, que ya tenía los suyos muy cansados. La caballería unitaria fue rápidamente arrollada, mientras la infantería debió retirarse, cruzando el puente y destruyéndolo. De allí siguió su retirada hacia el actual partido de La Matanza, mientras López se estableció en Luján y Rosas en los alrededores de Cañuelas.
Consecuencias
La batalla dejó muy disminuidas y sin movilidad las fuerzas de Lavalle. Si bien Estanislao López se vio obligado a regresar a Santa Fe — debido a que el general José María Paz había derrocado al gobernador de la provincia de Córdoba y podía intentar atacar su provincia en cualquier momento — Rosas sitió a Lavalle en la ciudad de Buenos Aires, cerrando cada vez más el cerco y dejándolo sin provisiones desde el campo. Meses después, Lavalle tuvo que firmar un tratado de paz con Rosas, que en definitiva sería elegido gobernador en diciembre de ese año.
La batalla de Puente de Márquez fue una victoria federal que hizo posible que ese partido se hiciera con el gobierno de Buenos Aires y llevara la guerra contra los unitarios al interior del país, contando de su lado los enormes recursos económicos y humanos de la provincia de Buenos Aires. A fines de 1831, el partido unitario sería derrotado en todas las provincias.
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